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miércoles, 11 de noviembre de 2015

Las alamedas de Granada



Es otoño, fin de semana y me encuentro en Granada, hace un sol resplandeciente y tengo ganas de viajar y de sentirme viva aunque sea por unos segundos, pero no siempre se puede. Aun así me monto en el coche con la ilusión de ver el mar y respirar su fragancia que tanto me oxigena y nutre. Sin embargo a unos veinte Km de la ciudad, de camino a Alhama de Granada por la carretera nacional aparecen ante mí las Alamedas que dan entrada y salida a   Granada. Hay un camino y puedo aparcar.   
¡Qué bonito es el otoño en Granada!

Desciendo del coche y una alfombra de hojas doradas y  anaranjadas se posan ante mí. De hecho no hay ni un solo hueco que no esté decorado por alguna de ellas. No hay nadie pero es grandioso. El viento suena abrumador, tranquilo pero seguro de si mismo y envuelve cada uno de los troncos que allí se encuentran, haciéndoles sacudir las hojas que caen al vacío como si estuvieran bailando.
El sonido que desprende el crujir de las hojas al ser pisadas hace llenar cualquier vacío y entonces empiezas a divertirte corriendo, saltando, arrastrando y tirando las hojas lo más lejos que puedes...
Esto también es Granada...... Una experiencia increíble. Probadlo.


2 comentarios:

  1. Tu sabes disfrutar allí donde estés.

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  2. Muchas gracias!! Hay que intentarlo siempre!! La vida es corta!!! Muchos besos!!😄😄😘😘

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