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lunes, 13 de septiembre de 2021

LAS CINQUE TERRE EN ÉPOCA DE COVID 

Este verano, a pesar de todo lo vivido, puede ser candidato a formar parte de uno de " los mejores veranos de nuestra vida".

Viniendo de donde venimos y cada una con sus mochilas a cuesta, mi compañera de viaje y yo decidimos liarnos la manta a la cabeza y seguir nuestros impulsos a pesar de todas las recomendaciones en contra.

- Estáis locas, dónde vais, la cosa está muy mal, yo que vosotras no me movía del país.  

No es que hiciéramos oídos sordos, ni mucho menos, conocíamos los riesgos, éramos conscientes, pero decidimos tirar para adelante y hacer un mini grupo burbuja entre las dos, cuidarnos y no meternos en sitios masificados... Ahí empezó nuestra aventura veraniega y la primera parada fue; Las Cinque Terre, Italia.


Ryanair sacó este verano muchas ofertas muy bien de precio, tanto, que si al final no salía el plan pues tampoco perdías casi nada. 

Aterrizamos en el aeropuerto de Pisa, con un pequeño nudo en el estómago, llevábamos el pasaporte COVID, el formulario de entrada al país, el de salida, las tarjetas de embarque y mucha incertidumbre de con qué nos íbamos a encontrar.

Y.... nada, no sé si es una lotería, pero aterrizamos en Pisa y salimos como si tal cosa por la puerta sin que nadie nos pidiera ni uno sólo de los papeles que llevábamos. 

Desde el aeropuerto  adquieres los billetes para La Spezia, en tren, haces transbordo en la Estación Central de Pisa, buscas tu andén y te plantas en poco más de una hora en La Spezia. Es mi segunda vez en este rincón del mundo pero la experiencia ha sido muy muy diferente.

La primera vez me alojé en La Spezia, es muy cómodo y más barato, pero esta vez, me alojé en uno de los pueblos maravillosos por el mismo precio, y la diferencia es abismal. 



Este viaje se hizo a principios de Julio y allí nadie llevaba mascarilla por la calle, sólo en transportes y sitios muy cerrados , pero ni siquiera en todos. 

parecía que el COVID no había pasado por allí, tampoco estaba masificado como yo lo viví antaño; vimos los pueblecitos desde mucha más tranquilidad.

Son cinco pueblos con mucho encanto, llenos de luz y de color, pero no  recordamos tanto eso dos meses después, más bien se nos ha quedado el volver a sentirnos vivas, las carcajadas a cualquier hora del día y el respirar belleza por todas partes.




Nos alojamos en Riomaggiore, el primero de los pueblos viniendo desde La Spezia, y lo hemos disfrutado en todas sus horas. Qué diferente dormir allí y poder al anochecer volver a pasearlo o levantarte temprano y ver el amanecer




 





Tuvimos una bonita coincidencia con un italiano que nos acompañó en muchos momentos divertidos a lo largo de toda nuestra estancia, nos llevamos grandes recuerdos .
Gracias Giuseppe, por todo.



En el embarcadero, siguiendo a mano izquierda puedes darte un chapuzón, eso sí, lleva escarpines, eso no son chinos, son pedruscos; el agua es fresca y transparente.







¡ Qué gran compañera de viaje he tenido!, a ella no le gusta el agua y a mí me apasiona, pero ningún problema, ella espera tranquila que me refresque, sin meterme prisa y tan feliz, es la mejor.

Pero sigamos en tren hasta el siguiente pueblo, Manarola, aquí vamos a ver el atardecer, el que más nos gustó de todos, comiendo sus famosas focaccias, no iros sin probarlas... 

y más compañía grata, siguen las risas y las buenas conversaciones... ¡Oh, oh, que se nos hace de noche y hay que coger el tren! ... A correr.... Tenéis que estar pendientes de qué paradas tienen los trenes porque a determinadas horas van directos a La Spezia y no paran en tu pueblo... Pues nada, a dar vueltas y que sigan las risas...







A Águeda le gusta inmortalizar los grandes momentos más que a mí, y yo pensando en no molestarla para pedirle que me haga una foto alguna vez, siempre con un poco de prudencia para no incordiar y resulta que no sólo no le importa sino que le encanta hacerlas y que se las hagan y siempre con su sonrisa, es la leche. 
Hay bancos a lo largo del paseo mientras disfrutáis de las vistas, son hipnóticas y según los rayos de sol o la ausencia de ellos las casas de colores cobran diferentes tonos, todos ellos dignos de admirar.
 


Vayámonos ahora a Corniglia, el pueblo de en medio, el que está más alto. Muchas personas se lo saltan porque no tiene salida directa al mar, pero cometen un error, las vistas desde allí son apabullantes y sus calles empedradas bien merecen que se las tenga en cuenta.

 



 



 


Aquí pasa un poco lo mismo, los autobuses de bajada terminan pronto, pero bueno, es un paseo escaleras abajo hasta la estación del tren y no es para tanto, pero si no os gusta andar tenedlo en cuenta.

En Vernazza, el cuarto pueblo, decidimos hacer uno de los famosos senderos de los  que tantos blogueros hablan. Teniendo en cuenta que el más conocido, que va de Riomaggiore a Manarola estaba cerrado al público nos decantamos por ir a pie de Vernazza  a Monterosso, hacedlo en este sentido y no al contrario.
Dos horas de caminata con muchos muchos escalones, sobre todo al principio y al final.  A nosotras nos gustó pero no lo veo apto para rodillas frágiles. Elegid la primera hora de la mañana, y si os llueve pegaros a la pared, eso nos dijeron los lugareños. 








Aquí no hubieron tantas risas, casi nadie hablaba, todos pendientes del camino.
Llegamos sudando como un pollo, pero la recompensa es el mar, Monterosso es el pueblo con la playa más extensa.







Anunciaban lluvia, al 80%, pero no sé si ha sido casualidad, pero en todas nuestras escapadas nos hemos librado del mal tiempo siempre, de hecho llegábamos a los sitios y el tiempo mejoraba, todo el rato hemos tenido " la flor en el culo".


A comer y darnos un gran chapuzón en el quinto pueblo, el que tiene más oferta de restaurantes y hotelera.


Y volvamos haciendo parada de nuevo en Vernazza, donde más me gusta bañarme, mientras Águeda busca campanarios para ver las mejores vistas, no se le pasa ni uno😆.

Que no se os pase el pescado frito, en los cartuchos, los boquerones están increíbles, pero tened cuidado con las gaviotas, no temen nada y a mí  la muy capulla, con perdón, me los quitó de las manos😂






Pero ya llevamos aquí varios días , ¿Qué tal si nos vamos a Florencia para ver si hay menos turistas que de costumbre?
¿Será eso posible? Os lo cuento en el próximo capítulo😄😄

Gracias Cinque Terre por lo que nos has hecho sentir.💓💓💓💓