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miércoles, 21 de octubre de 2015

Viaje a Sicilia

 Disponíamos de ocho días de vacaciones y un presupuesto ajustado como casi siempre, je je, así que después de ver las diferentes alternativas por las que podíamos optar nos decidimos por alquilar un coche y darle la vuelta a la isla entera. La isla de Sicilia.
 Cada día dormiríamos en un lugar diferente. Solemos hacernos con la guía  Lonely Planet de cada sitio que visitamos, pero además me encanta leer todas las opiniones que diferentes compañeros de viajes escriben en sus  Blogs, son muy aconsejables. El recorrido que hicimos fue Cefalú, Taormina, El Etna, Siracusa, visita a Notto, Agrigento accediendo desde el interior, el valle de los templos, Érice y Monreal. No visitamos Palermo, tomé la decisión tras muchas lecturas desaconsejándolo. Hay muchas páginas de viajes que te pueden decir lo maravillosa que es esta isla detalle por detalle, por lo que me voy a dedicar a trasmitiros mi impresión y lo que me ha aportado los rincones más sorprendentes. 



Cefalú fué el primer pueblo que visitamos, costero, pequeño y coqueto, toda la isla te transporta a otra época empezando por este maravilloso pueblo. Paseando por sus calles daba la impresión que en cualquier momento iba a aparecer Marco buscando a un mamá, y no es exageración, la sensación es como teletransportarse a los años sesenta o setenta de antaño y observar a las señoras mayores vestidas de negro, quizás por un luto riguroso, los niños jugueteando en la calle sin ningún tipo de peligro, los cinturones de seguridad de los coches casi de adorno, tres personas en la misma bici, amabilidad y comprensión con el prójimo, y la palabra estrés sólo les sonaba de oídas, ya que en el ambiente se respiraba tranquilidad y asentamiento, es decir, vivían en el presente, ni en el ayer ni en el mañana. Darse un baño al amanecer en la playa del pueblo es una experiencia increíble, a esa hora no hay nadie, quizás algún pescador, el agua limpia y cristalina, todo un placer para los sentidos, las barcas de los pescadores están cerca y la paz que se respira es indescriptible.😏😏




El atardecer en este bello pueblo pesquero merece la pena contemplarlo




Los lugareños nos recomendaron un sitio para comer con productos locales y con vistas al mar, el sitio en concreto se llamaba il covo del pirata, con buenas críticas en Tripadvisor, la comida y las vistas espectaculares. Lo que más me gustó la caponata siciliana que es una mezcla de verduras exquisita.



No hay que olvidar visitar los lavaderos.

La siguiente ciudad que debe ser mencionada es Taormina, que está ubicada en dos niveles, abajo se sitúan muchos de los hoteles por su proximidad con el mar y arriba el casco histórico, tiendas y restaurantes. Es la ciudad más elegante y glamurosa de Sicilia. Y no tiene desperdicio. Ambos niveles están unidos por un funicular.
Mencionar la Scala bella, una playa reserva natural a los pies de Taormina, que merece la pena adentrarse en ella. Aguas cristalinas, poca profundidad. Mejor ir con zapatillas por el mar. Hay rocas.

Scala Bella

En la parte alta se encuentran muchos  restaurantes  que amenizan las veladas con música,  engrandeciendo más aún el enclave en el que está situado. Hay multitud de tiendas, para los amantes de las compras, aunque yo no compré nada. :)


Y un anfiteatro romano con vistas al mar donde suelen representarse grandes óperas clásicas.



Uno de los platos que más me enamoró fueron las sardes, que las rellenan con verdura y las fríen, el sabor es espectacular. Están por toda Sicilia y en cada sitio les dan su toque personal.



La siguiente parada fue la subida al volcán. EL ETNA. En multitud de páginas aconsejaban contratar una excursión y la información estaba un poco confusa. Nosotros optamos por subir con nuestro coche y es bastante sencillo hasta donde te dejan acceder. Si quieres seguir subiendo desde allí mismo puedes contratar la excursión. Es aconsejable observar la visibilidad que puedes tener, ya que si está nublado no merece la pena ascender hasta el final del todo. Nosotros cogimos el funicular que es bastante caro 30 euros por persona aunque las vistas y la sensación de pisar la lava es una experiencia bastante gratificante.




No olvidar ropa de abrigo. El contraste es más que notable.


En Siracusa lo mejor es alojarse en la isla de Ortigia, repleta de vida nocturna y monumentos, rodeada de mar. 





El arte y la originalidad rebosa en sus calles.




Hay que ver el mercado y comerse un bocadillo preparado en Caseificio Borderi. Una tienda al fondo del mercado que además sirve bocadillos y ver cómo los  preparan es un espéctaculo.
Los quesos son supersabrosos


 Los tomates secos de allí son los mejores que probé en toda la isla. 
Si os gusta el arte y la cultura, adentrándose en el interior de la isla se encuentra la villa Romana de Casale, con unos mosaicos impresionantes y muy bien conservados, merece la pena la visita situados en Piazza Armerina.




El Valle de los Templos es otro enclave espectacular repleto de Historia y rodeado del mar con sus aguas cristalinas. Si vais en verano intentad hacerlo a primera hora o a última ya que suele hacer mucho calor y a penas hay árboles para resguardarse. Además hay que pagar la entrada en metálico nada de tarjetas, tenedlo en cuenta ya que vimos a varios turistas dándose la vuelta por no disponer de dinero en efectivo.




Me llamó mucho la atención una escultura bastante grande situada en el suelo delante del Templo mejor conservado de todos

Dormimos en Agrigento, que está a muy pocos Kilómetros de este lugar en un Bed and Breakfast llamado Bibirria. Vaya atención más excelente que recibimos. Económico y bien situado. Habitación enorme y el desayuno casi a la carta, el encargado intenta darte lo mejor. Muy recomendable. Por la noche paseamos por la ciudad y vimos un espectáculo en un teatro del centro gratuito, era como actuaciones de fin de curso de los estudiantes, muy bien presentados y trabajados. Nos sorprendió muchísimo.
Al día siguiente fuimos a visitar la playa que más ilusión me hacía de todo el viaje y no me defraudó la Scala dei Turchi. UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS


El paraje es increíble, cualquier foto que saques desde allí va a ser inolvidable. Es una montaña de talco natural a los pies del mar. El chapuzón en verano después de la bajada para acceder a la playa se agradece un montón. 





El final del viaje no tiene desperdicio, ya que nos dirigimos a Érice, un pueblo situado en los alto de una montaña y a pocos kilómetros del mar. No hay palabras para describir la sensación de estar bañándose momentos antes en aguas cristalinas y cielos despejados.

 

y unos instantes después verse envuelto en un clima misterioso con al menos quince grados menos de temperatura, insertados en una bruma constante y enigmática. Este pueblo está construido en piedra, y una nube húmeda siempre lo corona. Merece mucho la pena visitarlo

Pasear por sus calles no puede dejar indiferente a nadie.








Concluimos el viaje en Monreale que se encuentra muy cerca de Palermo, Los diferentes viajeros que consulté resaltaban enormemente su catedral, así que la curiosidad ganó la batalla y dormimos el último día allí. Por cierto nos alojamos en un Bed and breakfast llamado Il Doumo. Increíble la experiencia y calidad- precio genial. El desayuno que nos ofrecieron parecía que era para cinco.
El primer domingo de cada mes la visita a la Catedral es gratuita. Y justo coincidimos en esa fecha. 







No entiendo cómo en las diferentes etapas de educación en las que he cursado historia del Arte  no se nombró esta joya de la arquitectura. Nos dejó sin palabras.








Para concluir, mencionar la hospitalidad de sus habitantes, las comidas de una elaboración exquisita, sabrosas y con muy buen gusto. Las playas de ensueño repleta de cultura lo mires por donde los mires. Volvería.