Translate

domingo, 24 de julio de 2022

OPORTO, TODO UN DESCUBRIMIENTO

 A veces no es mejor dejar las cosas para después, o para cuando seamos viejos, vamos cambiando de opinión, evolucionando o al contrario en ocasiones jeje, pero esa frase que decía " España y Portugal ya las veré más adelante; están cerca y ahora quiero ir lejos", esa frase de "sobradita" va poco a poco cambiando a :  Quién sabe cuánto vamos a vivir y cómo .

 El tiempo es nuestro regalo más preciado y hay que llenarlo con personas y lugares que valgan  la pena. Pues Oporto es uno de esos lugares que no hay que procrastinar ni subestimar, es un Top Ten en toda regla, está cerca sí y es una suerte.


 

Recorrimos la ciudad en tres cortos días donde, a parte de visitar los lugares más emblemáticos, lo que hicimos fue sentir y percibir la esencia de sus calles y cómo nos envolvía poco a poco en un clima de nostalgia, de dicha a veces, de profundidad y de darnos cuenta lo afortunados que somos por el sólo hecho de poder estar allí. 

Paseemos la ciudad....

¿Qué tal si vemos la catedral? Catedral de la Sé, en pleno centro de la ciudad, con su majestuosa plaza y rincones evocadores...








Nada de prisas llevábamos, estuvimos allí charlando con el sonido de un violín de fondo, porque no queríamos correr, queríamos sentir lo que nos inspiraba ese lugar y esa plaza que esconderá miles de secretos e historias incluida la nuestra, una de tantas. Cerca hay un mirador, de esos que tanto le gustan a Águeda, casi vacío, contemplar la ciudad que se posa a tus pies con la catedral como escudera. El mirador se llama " Da rua das Aldas" y el atardecer allí es muy agradable


Si seguís descendiendo llegáis al barrio " Do Barredo" genuino, auténtico, con sus balcones con ropa colgada, decadente y que te llega al centro mismo de tus instintos, nada turístico, la vida real, que tú como visitante debes pasar de puntillas para no molestar a sus moradores. Lo mismo localizas esta esquina que tanto asombró a nuestras pupilas por lo coqueta y llena de color


Pero bajemos a la Ribeira con sus dos orillas a cuál más bella, porque aquí las palabras se quedan cortas, describir la sensación que produce pasear por allí es como lo que suelo decir cuando no me salen las palabras " Momento Dunkeld" (pueblecito de escocia que me enamoró y superó con creces cualquier tipo de espectativa, tanto paisajísticamente hablando como sensorial) Si, la Ribeira es un momento Dunkeld, lleno de músicos callejeros, restaurantes,  rabelos (antiguos barcos para transportar el vino) de personas nostálgicas que simplemente están contemplando la otra orilla ( Vila Nova de Gaia)... Todo transcurre allí, la vida en estado puro....


 






¿ No tenéis hambre? Hay que probar las francesinha, nada recomendado para el régimen, pero están buenas un rato, hechas de .... Mejor no mirar el interior... Un día es un día y dónde fueres come lo que hubiere...😀😀😀😀😀



Parece ser en esta ciudad está la librería más bella del mundo, con lo que nos gusta leer... La librería Lelo, muy conocida por la saga Harry Potter, que yo vi en su momento pero Águeda no tienen ni idea, aún así queremos conocerla.
Situada en un edificio neogótico, las entradas se adquieren por internet, y aún así hay cola para entrar. 




Nos gustó muchísimo, eso sí, con cincuenta personas menos hubiera estado mejor, pero la gente se portó cuando les pedí el favor para que se apartaran para hacer una foto sin ellos, muy amables y considerados, al final, todos aprovechamos para hacerla. Libros didácticos y de magia con unas ilustraciones preciosas, supongo hechos para la librería en cuestión. sí, mucha magia hay en esta ciudad.

Bueno, busquemos la torre más alta de Portugal, la torre de los Clérigos, con sus 76 metros de alto y 200 escalones, vale la pena ver las vistas a la ciudad desde ella. 



Vayamos a conocer ahora la iglesia de San Ildefonso, una de las estampas más fotografiadas de la ciudad, y nos gustan las fotos, mucho y si encima nos divertimos al hacerlas pues más.  En esta ocasión  llegamos al lugar y no había nadie, ( anda mira qué bien) el edificio para nosotras, pues bueno mejor, a reírnos como niñas jugando a conseguir la mejor instantánea, creo no lo conseguimos, nos movimos mucho, pero ya se ha quedado en nuestros recuerdos las risas que echamos. 







Los azulejos empiezan a fascinarnos, el color azul y las historias narradas en ellos, pues vamos a ver más, rumbo a la Capilla de las Almas. 



 

Anda, hay azulejos hasta en la Estación de San Benito, que si vais al atardecer el sol hace que brillen de más. 


 


 
Difícil sacar la foto sin gente, mucho trasiego en el mes de julio, pero asomaros para verlos. 

Venga ¡ Qué me gusta una tienda de principio de siglo! A ver si sois capaces de localizar ésta


 
Ahora queremos ver un buen atardecer, para eso necesitamos el puente de Don Luis I que vamos a ver desde diferentes perspectivas. Es un puente que se puede transitar desde dos alturas y vale la pena recorrerlo. 




Buscad el mirador para contemplar cómo se esconde el sol en esta romántica ciudad.





Otro "gran momento Dunkeld", no sé si estuvimos allí cuatro o cinco horas, hablando con muchas personas de todos los rincones del mundo, sintiéndonos llenas y plenas, con la sonrisa de oreja a oreja, estando allí sin más. Un momento irrepetible y único, a veces hablando, a veces calladas, a veces pensativas y a veces nostálgicas... Hubo un episodio divertido también, nos tomaron por pareja, por ser dos mujeres que viajan juntas y con conexión. ¿ Aún pasan estas cosas? ¿ En serio? Para viajar sólo necesito una buena compañía y que nos cuidemos  y adaptemos un poco entre todos, que procuremos solventar las necesidades de todos y poco más , independientemente del género. Poco más digo,😁 pero no es tan fácil , sí, quizás es como en una pareja 😂😂😂😂😂😂. 
 Nos quedan muchas cosas por ver, y las vimos, las disfrutamos, os he contado las que más me han llamado la atención, a nivel visual, pero desde  un lado más profundo os aconsejo que soltéis la lista de 
" cosas que ver" y os perdáis por sus calles, sintáis la personalidad de la ciudad, la viváis sin prisas, porque Oporto engancha, enamora y no es sólo por su belleza física, hay algo más profundo que espero descubráis.