Dublín, capital de Irlanda, es una ciudad que sorprende y mucho. Es pequeña y muy manejable, de edificios bajos; sus habitantes suelen ser muy amables. Verla además los días previos a la Navidad incrementa notablemente la sensación de estar en una ciudad muy acogedora. Llena de Pubs, música en directo y buena cerveza. Un buen destino para pasar unos días.
Aunque sólo estuvimos un fin de semana lo aprovechamos al máximo esto es lo que te recomiendo que no te pierdas:
1) Trinity Collage.
Tenía especial interés en visitar esta Universidad, coincidió además que era un día de puertas abiertas y había charlas de las diferentes materias que se imparten.
Paseamos por su campus, por los distintos pabellones, pero sobre todo por su biblioteca, una de las más impresionantes del mundo.
De verdad que es pura magia estar allí. Para los amantes de los libros es un lugar imprescindible, parece de película.
Tienen en su poder el manuscrito más importante de Irlanda, y quizás casi de la humanidad: El Libro de Kells que es una copia escrita en Latín de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento. No dejéis de verlo, en serio.
A propósito, esta Universidad, que parece casi un pueblo, tiene sus supersticiones y sus anécdotas. Por ejemplo, todo estudiante que pase por debajo de su campanario cuando estén sonando las campanas, que vaya preparándose para septiembre porque la leyenda dice que no aprobará los exámenes.
Y si eres chica, busca la estatua de George Salmon y quizás verás a algunas estudiantes haciéndose fotos provocativas y amenazantes a modo de risa. Esto es debido a los comentarios de George, un profesor de matemáticas, él afirmaba que las mujeres no podían estudiar en la Universidad, al menos eso sería por encima de su cadáver. Y así fue, a su muerte muchas Irlandesas entraron y desde entonces se ríen delante de la estatua y se fotografían a modo de burla...
La universidad también enciende su árbol.
Se nos hace de noche, vayámonos a la zona de Temple Bar, uno de los barrios más antiguos y con más ambiente de la ciudad. Los mejores Pubs de la ciudad se concentran aquí, con su música en directo y sus buenas pintas de cerveza rubia o negra. Ufff es un barrio lleno de energía, de buenos momentos y de personas con ganas de desconectar y pasar un buen rato... Si vais en este época casi todos llevan jerseys de estampas navideñas, gorritos y demás..
Métete en el Pub que más te guste y envuélvete en el ambiente.
Muy muy divertido, dentro del Pub los que tenían Jerseys de Navidad se los intercambiaban entre risas y buen ambiente. La verdad es que de momento no es la ciudad más bonita de Europa ni de lejos, pero sí una en las que mejor me siento, el contraste de cultura por la mañana y diversión por la noche me tiene en una nube...
Busca una de las estatuas más visitadas de la ciudad, la de Molly Malone, en frente de la oficina de turismo. Todo el mundo se para allí para fotografiarla. Al parecer era una pescadera de día y prostituta de noche, dice la leyenda que murió muy joven de unas fiebres en plena calle.
La foto se suele hacer tocándole los pechos, es casi una tradición. Como a mí me gusta llevar la contraria no lo hice.
Vayámonos ahora a pasear por el parque más cercano, Saint Stephen's Green muy romántico por su lago y sus cisnes.
Busca " The Spire" el momumento a la luz, al parecer se trata de la estatua más alta del mundo, parece una lanza que apunta al cielo. Está situada en O'connell Street, una de las calles más transitadas de la ciudad.
Y por supuesto no dejes de visitar la estatua de Oscar Wilde situada en el parque Merrion Square. Es uno de mis escritores favoritos.
" Sé tú mismo, el resto de los papeles ya están cogidos".
"Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones".
Hasta la estatua tiene arte.
Te guste la cerveza o no tienes que visitar la Fábrica-museo de Guinness, es la atracción más famosa de la ciudad. Al final del recorrido te dan a degustar su producto en su bar gravitatorio. Allí podrás ver la ciudad desde todos los ámbitos.
Diviértete en sus calles. Nos hicieron mucha gracia las puertas de sus casas, cada una de un color, allí echamos unas risas.
Colores para todos los gustos. Vimos doce diferentes en sólo una calle.
La verdad es que con lo que me quedo de la ciudad es con su ambiente. Mucha música en cualquier rincón, muchas risas, no sé si era por ser fin de semana, por estar cerca la Navidad o la ciudad es así en su esencia, pero lo cierto es que nos transmitió muy buen rollo.
Sí, no es la ciudad más bonita, me repito, pero tiene algo que hace que quieras volver.
Descúbrela....
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