Tiene una extensión de unos 14 kilómetros, pero no hay apenas nadie. La he visitado dos veces y en las dos ocasiones ha sido igual.
No sé si es porque necesitas un 4x4 para acceder a ella, el camino es tortuoso, lleno de precipicios, por supuesto nada de asfalto ni quitamiedos...
Vas todo el rato a 20km/h como mucho, en ocasiones te adelantan hasta las cabras, pero cuando llegas toda esa tensión del viaje se esfuma de repente.
Una playa prácticamente para ti, tienes la sensación que eres el primero que la pisa (imaginación al poder, como siempre). Llegas a pensar que no es de este planeta, que no puede ser, que te has teletransportado a otro sitio. La isla de Fuerteventura posee un paisaje lunar, súmaselo a la playa....
Oye que estamos solos, que no hay nadie más, aquí sí que no habría problema con el distanciamiento social.
Quizás tampoco sea apetecible porque el mar suele estar revuelto y el aire arrecia, pero para mí no son razones suficientes para no visitarla, es como si llegaras al lugar menos concurrido del mundo.
Si observáis esta última foto, se ve algo de basura en la arena, hasta aquí llegan nuestras mierdas (con perdón de la palabra) , hasta la playa más salvaje... Da que pensar, ojalá tomáramos conciencia del cuidado que tenemos que hacerle al planeta.... Ojalá....
En el lado opuesto al mar, se encuentra una pedanía con seis o siete casas construídas sin muchos detalles... Hay hasta una calle llamada mosquito.
Viven allí varias familias dedicadas al cuidado de las cabras y a deleitarse con el silencio. En una de esas casas degustamos la mejor sopa de pescado del mundo.
En esta playa también habitan las leyendas, y hay una en concreto que cobra cada vez más fuerza. Aquí en medio de la nada hay una construcción ostentosa que en la segunda guerra mundial albergó una base secreta de submarinos nazis.
Se dice que los submarinos entraban directamente por túneles subterráneos hasta cerca de la edificación y allí descansaban y planeaban nuevos ataques.... A saber... Como poco es curioso, esta casa en soledad, vacía, llena de misterio y de enigmas sin resolver.
Como dato curioso, aquí no llega la wifi, pero podéis hacer una llamada si encontráis esta piedra. Sólo en ella hay cobertura, otro misterio.
Un lugar increíble en nuestro país, apto para personas que quieran alejarse un poco de lo común y percibir cómo nos sentiríamos si hubiéramos descubierto una joya de la naturaleza.
Muy bonito, que tranquilidad...
ResponderEliminarSi, mucha tranquilidad y sensación de inmensidad, te sientes muy pequeño allí. Gracias por comentar
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