Estando en Praga, a parte de conocer la ciudad, quieres descubrir más rincones fuera de ella, quieres saber si puedes aprender o admirar más lugares que te dejen boquiabierto.
Pues bien, las alternativas más comunes son ir a Karlovy Vary, una ciudad balneario preciosa y pequiliar en todos los sentidos, o visitar Kutna Hora, otra ciudad que saldrá a relucir muchas veces en la historia del país.
Pues hoy os voy a presentar a Kutna Hora y la parte que más escalofríos produce en toda la República Checa, el Osario de Sedlec.
En Kutna Hora todo gira alrededor de la Abadía de Sedlec, que fue arrasada y reconstruída, sobre todo la famosa capilla del cementerio, donde se encuentra el inimitable Osario.
Al final todo son modas. Un día el Abad de Sedlec se le ocurrió traer tierra Santa a su cementerio y en esa época eso era lo más de lo más. Todos querían ser enterrados allí, se convirtió en el mejor lugar de Bohemia para descansar.
Pero claro, eran tantos que al final los huesos se fueron acumulando y ahora qué hacían.
Había más de 40000 esqueletos desordenados y acumulados. Un gran follón.
Pensaron y pensaron y al final contrataron al tallista Frantisek Rint para que lo ordenara todo.
Este buen señor, tan artista, tan creativo....Supongo pensó: - Ostras, cuánto hueso. Con esto me hago yo una lámpara...
Y unos candelabros...
Y un escudo....
Cadenetas de adorno....
Escribo con ellos...
Y que no falte un gran jarrón...
Un lugar único en el mundo....
Pero Kutna Hora no tiene sólo su Osario, posee un gran patrimonio cultural que vale la pena ver, de hecho creen que en pocos años puede hacerle un poco de competencia a su admirada Praga... Eso ya se verá...
Si queréis ver algo diferente, original y un poco siniestro y además empaparos de cultura y de historias y por supuesto con la guinda de la cerveza Checa, este es el lugar...