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sábado, 15 de febrero de 2020

LOS TEMPLOS DE ANGKHOR

Estos templos están situados en el corazón de Camboya, cerca de la ciudad de Siem Reap. Aquí se alojaron todas las capitales del Imperio Jemer .



 El  complejo estuvo   escondido entre la selva durante siglos, olvidado y envuelto entre la maleza y los árboles de esta parte del planeta. Cientos de años sin que el hombre pudiera deleitarse con uno de los rincones más increíbles del mundo. 



La ciudad perdida fue de nuevo descubierta por el francés Henry Mouhot  en 1860 mientras buscaba mariposas. Madre mía la cara que se le quedaría a este hombre al contemplar su hallazgo....

Angkhor es enorme, si te gusta explorar y empaparte de misterios y leyendas dedícale al menos tres días, no te arrepentirás, sino tienes mucho tiempo en un día intenso puedes ver lo más esencial. 
Hay tres templos imprescindibles, pero antes de visitarlos levántate muy temprano y observa como el amanecer despierta a la ciudad perdida.


Si consigues un guía en tu idioma dile que mejor os haga la visita al contrario de las agujas de reloj, para no encontrarte con los grupos de turistas. 


Una gran sensación esperar que el mundo se vaya despertando y tú mientras poder observar, como un espectador escondido,  su natural amanecer.


Desayunemos algo y crucemos las puertas a este mundo desconocido y enigmático para nosotros.



Crucemos el puente ...



Visitemos el templo de Bayón, con casi nadie, como si lo abrieran para nosotros. Este templo posee 54 torres con caras que señalan a los cuatro puntos cardinales.


Veis? Nadie. Los turistas suelen empezar por otros lugares...


Más conocido como el templo de las caras, pero ojo, no sólo os impresionarán sus torres de caras sonrientes, sino que en cada esquina, en cada lugar, talladas en la roca, encontrarás escenas de su civilización , de su vida cotidiana. 


Y encima casi nadie que perturbe la paz que allí habita...


Cómo puede existir tanto arte, tanta belleza en este mundo...



Silencio, mejor susurremos, no queremos que vengan todos todavía, dejadme un momento más en mi soledad, con mis pensamientos...



Cuántas cosas que te dejan sin palabras quedan en este mundo por descubrir...






Que no, que no me quiero ir, dejadme un poco más...




Empiezan a llegar más compañeros de viaje, habrá que dejarles su sitio, su espacio, que vivan esta experiencia como yo la he disfrutado...Despidámonos de  Bayón, sus caras y sus rincones mágicos...



Disfrutemos ahora de la Terraza de los Elefantes...







Ahora dirigimos nuestros pasos al templo Ta Prohm. 
Si algo he querido ver desde hace más de 20 años es este templo, ya que las imágenes que observaba en revistas o en páginas de internet me hacían dudar de su existencia. Para ser franca no me tragaba que algo tan fastuoso e inconcebible pudiera existir. 
- Serán fotos retocadas o decorados de películas (pensaba)... Ese templo tan prodigioso no podía conservarse...
Gran error. Existe y es mejor que lo que me imaginé.



Tanto tiempo escondido de la mano del hombre que la naturaleza hizo su trabajo, sobre todo en este templo, desconcertante y portentoso a la vez. Esas raíces intentando llegar a tierra, anclándose entre las piedras... Es magnético, no puedes cerrar la boca...












Como dirían grandes amigos: ¡¡¡¡Esto es bestial!!!! 
De aquí sí que me costó salir. Tantos años soñando con este lugar... Y es real, existe.


Esta última foto es donde se rodó la película Tomb Raider. Se ha hecho famoso el templo a raíz de la peli, aunque en mi opinión no creo le hiciera falta notoriedad.

Ahora visitemos el templo más famoso, al cual lo vimos despertar por la mañana, " Angkhor Wat", el templo religioso más grande jamás construido. Tuvo más suerte que los demás, la jungla no entró en sus dominios y pudo conservarse mucho mejor.




Nuestro magnífico guía supo llevarnos cuando apenas hubiera nadie, cuando todos comen. Otro templo casi para nosotros. Ya comeríamos después.




Ni el calor sofocante podía estropearnos aquel espectáculo.




Por favor, si existiera la teletransportación elegiría una y mil veces Angkhor.


Por muchas fotos que ponga o por mucho que lo intente expresar, nada será igual como ir a verlo y vivirlo. No dejéis de soñar.