LOS MEJORES PUEBLOS DE LA ALSACIA

La Alsacia es una región situada al noroeste de Francia que linda con Alemania y Suiza, de una belleza incomparable. 

Si os gusta la Navidad y queréis ser protagonistas de un cuento lleno de luces y de casas de ensueño, no lo dudéis, este es vuestro lugar. 

La capital es  Estrasburgo, hay que visitarla         (http://anaysusviajesporelmundo.blogspot.com/2016/10/un-dia-en-estrasburgo.html) 

Lo mejor es alquilar un coche para poder desplazarse cómodamente por los diferentes pueblos que os voy a recomendar, no tienen desperdicio. Comienza la aventura.

Riquewihr:

Fue el primer pueblo que visitamos saliendo de Estrasburgo.

Cómo os describo la sensación de estar como en un decorado de película en la que piensas que esta villa no puede ser real,😉 que lo han puesto así por unos días para impresionar a los turistas, para que nos saquemos la foto de rigor.😮

Tiene poco más de 1000 habitantes, sus edificaciones datan del S. XV y XVI, muy bien cuidado y florido. 

Imagínate cómo crees que podría ser la casa de Hansel y Gretel o cualquier escenario de los cuentos de los Hermanos Grimm, seguro estarás pensando en un sitio así.

Si encima te encuentras con tiendas donde sólo venden brujas y duendecillos encantados

o adornos interminables de navidad, que para los amantes de estas fechas es como un gran trozo de queso para un ratón hambriento, 

el resultado es un cocktel de entusiasmo mezclado con emoción, alegría y un toque de locura que te deja alterado un rato. Estos lugares existen.

Estuvimos tres horas, no nos queríamos ir😡 pero el viaje tenía que continuar.

Kaysersberg:

Entre montañas y viñedos se encuentra este precioso pueblo de gran valor turístico por su extenso patrimonio de arquitectura medieval. Sobre el valle de Weiss reposa sereno Kayserberg. 

Lo mejor es recorrerlo sin prisa, deteniéndose en los muchos de los rincones que lo acompañan.

Al estar atravesado por el río y rodeado de montañas incrementa aún más su belleza. Cada rincón es un espectáculo visual, y si le sumas el sonido del agua, la brisa y el aroma de los viñedos no puedes hacer nada más que cerrar los ojos, respirar hondo y sentir...😍😍😍😍😍😍😍

El cuidado que le dedican a cada espacio se ve altamente recompensado, el visitante se encuentra embriagado.. ¿a dónde mirar?..👀👀👀

Con pena de nuevo😡 abandonamos este idílico lugar y nos dirigimos hacia Colmar; allí dormiríamos.

COLMAR

Si ya estábamos muy impresionadas con los dos pueblos anteriores, al llegar aquí la baba nos llegaba a los pies.😍😍😍😍😍😍 Vamos a ver¿ Cómo puede ser que haya tantas macetas y ni una sola flor marchita? 

¿Dónde están los jardineros? No los vimos en los dos días que permanecimos en Colmar.

A veces una imagen vale más que mil palabras. 😃😃

Este pueblo, más grande que los anteriores, sigue conservando su centro urbano medieval, pero más colosal si cabe.

Los lugares más reseñables se encuentran cerca unos de otros y en la oficina de turismo te dan todo tipo de detalles. A cualquier hora del día y en cualquier estación, este pueblo te dejará sin palabras. Aunque cuando más belleza posee es en Navidad (toda la Alsacia es un verdadero paraíso navideño)

Si queréis hacer una escapada en estas fechas y visitar mercadillos de navidad rodeados de un paisaje sin igual, este es el sitio. Algún año lo haré, ya que nuestra visita fue en agosto y aunque alucinamos, no dejamos de preguntarnos cómo sería esta región en Navidad.

Todos estos pueblos están localizados, además, en la ruta de los vinos por lo que puedes encontrarte numerosas bodegas a cada instante que hacen degustaciones, eso para sumar alicientes...

 Suma también los cisnes ...

 paisajes sin fin..

y sus trajes típicos...

Los sentidos te explotan en tu interior. 💗💗💗💗💗

Lo vivimos como un cuento y, como en todos los cuentos, hay un momento de tensión, y la tuvimos.😱😱 El sector servicio en este país tiene mala fama, nunca lo he notado,pero fue justo en Colmar donde nos lo hicieron ver. 

A una de nosotras al sentarnos en un restaurante le daba todo el sol de cara y hacía casi 40 grados, movimos un poco una de las sillas para estar a la sombra y empezaron a gritarnos de muy malas maneras y casi no pudimos ni explicarnos,😤😤 fue muy desagradable e incomprensible, por lo general un poco secos y antipáticos, pero bueno, nada en la vida es perfecto. Si vais y os encontráis situaciones parecidas, pensad que forma parte del carácter de alguno de los lugareños, aunque por suerte todos no son así..😃😃😃😃

Por la noche el pueblo se llena de luces y de música que ameniza muchos de los rincones, se ve todo muy diferente. No os lo perdáis.😊😊

EGUISHEIM

Muy cerca de Colmar, a diez minutos en coche, se encuentra esta villa. SU casco antiguo está construído en círculo, ya que sus casas hacían a la vez la función de muralla, para defenderse de posibles ataques.😔

Parece un poco laberintoso pero en verdad es muy fácil de recorrer.

Un apunte interesante para los viajeros es que a la entrada de estos pueblos hay una zona de parquing muy cómoda para dejar el coche, por unos dos euros puedes permanecer hasta tres horas en cada uno. Cómodo y seguro.👌👍👍👍

Eguisheim posee unas calles estrechas formadas por casas medievales a cuál más bonita. Por supuesto decoradas con flores y muy bien conservadas

Hablando de flores, estos maceteros son para enmarcarlos, arte y originalidad.😮😮💗💗

TURCKHEIM

El último pueblo que visitamos fue Turckheim, cerca de Colmar.  El atractivo que tiene este lugar, a parte de sus casas alsacianas, son sus tres puertas en la muralla para entrar al casco antiguo; aunque no lo visitamos por este motivo, sino por su sereno. 😮

Cada noche, de mayo a octubre a las diez de la noche, un  habitante ataviado con un traje campesino recorre las calles con un farol contando historias y cantando canciones medievales recordando lo que antaño pasaba en esta villa. Antiguamente, en invierno, un sereno recorría todas las calles para avisar a los vecinos que tuvieran cuidado con chimeneas, velas y demás utensilios que pudieran resultar peligrosos si se dejaban toda la noche encendidos. Evitó muchos incendios. 

Ahora, en su memoria, recrean lo acontecido. Aunque es más bien para los turistas, resulta muy pintoresco seguir por todo el pueblo al sereno y su amplia capa acompañado de diferentes personas con caras de sorpresa.

Hasta aquí nuestra aventura, ya que, como todos los cuentos, estamos llegando al final; aunque es un final con puntos suspensivos... Nuestro viaje continua... esta vez por la Selva Negra, en Alemania, pero bueno esto es otra histora...😊😊😊😙😙😙😙

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LA MAGIA DE BUDAPEST

El puente de Todos los Santos he estado en Budapest, bueno, hemos estado. Busqué un combinado muy económico en agosto y quise compartirlo con gente muy especial para mí. Lo que supuso en un principio unas ocho personas se convirtieron en dieciséis. 

¡Buah, 16 PERSONAS a la hora de vuelos, equipajes, horarios, excursiones...! 

Gracias a mi compañero de viaje en todos los sentidos, esto se ha hecho posible. Él se ha encargado de los vuelos y yo de organizar los días, excursiones, horarios, contactos... Un trabajo que ha sido gratamente recompensado.

Aquí nuestra experiencia, sin desperdicio, en esta increíble ciudad.

Budapest, capital de Hungría, ciudad dividida por el río Danubio. A un lado Buda, famosa por el barrio del castillo, y al otro Pest, con su barrio judío, su impresionante Parlamento, Mercado Central y mucho más. Como dijo el escritor polaco Claudio Magris: 

" Budapest: la ciudad más hermosa del Danubio."

 Qué ver en Budapest en dos días:

Lo primero que hicimos fue una excursión de presentación de la ciudad, es decir, tomar conciencia un poco de sus sitios más emblemáticos, su estilo de vida, su historia... Para ello contacté con los free tours que me han funcionado muy bien en otros sitios de Europa. Al ser un grupo tan numeroso opté por contratar a un guía de habla hispana, que fue todo un acierto. Amable, atento y con mucha paciencia para aguantarnos (descubrebudapesttours.com).

Atravesamos el puente de las cadenas dirigiéndonos a Pest

 Contemplamos la basílica de San Esteban ( Iglesia más grande de Budapest)

 El Palacio Gresham

la calle Vaci, llena de comercios... Todo aderezado con historias y sucesos de la ciudad. 

Tenéis que encontrar este duendecillo, al pie del río. Tocar sus rodillas dan suerte (desde luego desgastadas de tanto frotarlas están :)) 

Recorrer su estación de metro, la segunda más antigua del mundo

(la primera está en Londres)

Y no perderse por nada del mundo (lo que más nos sorprendió ese día) el Bastión de los pescadores (en lo alto de la colina ya en Buda de nuevo). Puedes ascender por el funicular, pero no merece la pena, la subida es bastante sencilla, hay  un sendero fácil y cómodo con unas vistas impresionantes.

Todo para llegar a esta plaza, con su Iglesia de Matías y su increíble tejado de colores, protegida por la mirada siempre fija de Esteban I a caballo.

Recréate en este lugar, no tiene desperdicio. El mirador es de una belleza sin igual, con sus siete torres recordando a las siete tribus fundadoras de Hungría. 

Quítate la sonrisa de la cara si puedes..,

difícil, muy difícil, al contrario, deja volar tu imaginación y créete por un instante que todo va bien... y BAILA...

Si tienes tiempo deja que el sol se vaya poco a poco y observa el contraste de las luces del ocaso sobre el Danubio...

Al caer la noche, temprano aún, fuimos a recorrer los laberintos del castillo, bajo tierra. Si vas a las seis de la tarde apagan todas las luces y simplemente te dan un candil de aceite para que te orientes

No es nada terrorífico ni nada de eso, pero en vísperas de todos los santos y albergando allí la supuesta tumba de Drácula, puedes montarte una película de misterio... todo es cuestión de inventar...

También te recomiendo que  visites el hospital de la Roca en los subterráneos del castillo, más histórico e impactante, los profesores entran gratis.

Terminamos en el barrio judío degustando su famosa sopa goulash

y por supuesto unas cervecitas para hidratarnos después de estar reventados de tanto andar :)

El segundo día volvimos a madrugar y a quedar con nuestro guía del día anterior, esta vez para dar un paseo más profundo por el barrio judío de Pest.
La primera parada fue en su Sinagoga, la segunda más grande del mundo (la primera está en Nueva York)

Merece la pena visitarla, aunque nosotros por falta de tiempo no nos detuvimos demasiado. Hay que deleitarse con el árbol de la vida que se encuentra a la espalda de la Sinagoga, es una especie de sauce llorón. En cada una de sus hojas están grabadas los nombres de muchas de las personas que fallecieron en la guerra. Increíble homenaje a ellos.

Seguimos paseando por el barrio donde nuestro guía nos contó muchos sucesos de la guerra y el porqué de los edificios en ruinas y la época del Holocausto. Ufff, duro, pero conocer la historia nos hace identificarnos más si cabe con nuestros vecinos europeos.

Continuamos por la Avenida Andrassy, la calle más bonita de la ciudad y visitamos su ópera. ( Según dicen la más bella de Europa) Cada día hay un tour en español a las tres y a las cuatro de la tarde, vale la pena hacerlo.

Por fin dirigimos nuestros pasos al Parlamento. 

El más bello de Europa, el más representativo de Budapest y de los edificios más famosos de nuestro continente.

No pudimos encontrar entradas por ser puente, lo haremos si por casualidad volvemos a esta increíble ciudad.
Aquí nos detuvimos un buen rato, saludamos a sus guardias

y nos recreamos en sus jardines, a orillas del río

Más tarde dirigimos nuestros pasos de nuevo al río buscando la escultura de los zapatos, una de los paisajes que más ganas tenía de ver

Al parecer son réplicas de los zapatos de las personas que arrojaban al río. Una barbarie que queda en nuestras retinas a través de esta escultura.

Hora de comer, vayámonos al Mercado Central, aquí se puede degustar comida típica Húngara y llevarte algún recuerdo de su artesanía.

Pero no podemos comer mucho, hay mucho que ver aún, y la siguiente parada es en uno de sus más famosos balnearios.  El balneario Szechenyi es el más grande de la ciudad. Estuve dudando entre acudir a éste o al Guellert, al final me decanté por el primero y fue una de las mejores experiencias del viaje. Cogimos la entrada sin colas de internet, por dos euros más accedes casi directamente, un total de 16 euros (sin tiempos, puedes estar todo el día)

Nuestras caras de sorpresa la mantuvimos bastante tiempo. Nos bañamos al anochecer, en el exterior, con una temperatura del agua más que gustosa, todos juntos como niños el día de Navidad, nuestros ojos brillaban y de nuevo recuperamos la sensación infantil de que todo es posible...

Aún tenía preparado para este grupo, mi grupo, una última sorpresa, la magia de Budapest era ya innegable. 

Nos fuimos al Danubio, a embarcarnos  de noche, para ver lo que habíamos recorrido a pie durante estos dos intensos días pero esta vez desde las aguas no muy azules de este río, aunque a esta altura de la película estoy por asegurar que sí, el Danubio es azul, y si no lo es al principio, cuando permanezcas en la ciudad un par de días podrás ver ese azul tan intenso que describía Strauss en su composición. Date tiempo y verás. Sí, el Danubio es muy azul...

Terminamos la noche en uno de sus bares en ruina,

bailando sin parar (visitadlos, no tienen desperdicio) porque qué es la vida si en ella no bailas...
Gracias a todos por seguirnos en nuestras locuras, no sabíamos si podíamos llevar un grupo tan grande y ha sido todo un placer viajar con vosotros.

Nos vemos pronto.